Peces, conchas y piedras: una manualidad de verano

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Peces, conchas y piedras: una manualidad de verano

¿A quién no le gusta ir a la playa y recoger conchas y piedras? Son pequeños tesoros que nos traen recuerdos del verano, la playa y momentos felices…

Pues hoy os voy a enseñar una invitación artística que presenté a mis hijos a partir de estas conchas y piedras. La propuesta original era crear peces pero luego derivó a una sesión experimental muy interesante que me gustaría enseñaros. Os animo a seguir leyendo para descubrirlo.

UN VERANO DE CUENTO Y ARTE

Este verano he colaborado con la Biblioteca Provincial de Málaga y realicé para ellos dos sesiones de vídeo bajo el nombre “Un verano de cuento y arte”. Quería que los niños conocieran cuentos populares de otros países que tuvieran que ver con el verano y con el mar. Y luego les proponía actividades creativas para que ellos pudieran realizarlas en casa.

En el último vídeo les planteé hacer unos peces a partir de conchas y piedras pintando con rotuladores de tiza y les orienté cómo podían hacerlo pero siempre motivando a que crearan libremente y no copiando.

INVITACIÓN

Luego realicé la misma propuesta con mis hijos y les presenté la invitación con todos los materiales como podéis ver abajo. Hay que presentar la actividad de manera atractiva, como bien dice Sylvia Rueda.

MATERIALES

Para realizarla necesitáis:

  • Conchas
  • Piedras
  • Rotuladores de tiza
  • Ojos adhesivos
  • folios
  • Pulverizador con agua y unas gotas de pintura

PUESTA EN MARCHA

Una vez preparado todo los niños se sentaron para empezar la actividad. Es importante dejarlos crear libremente y no interrumpirlos.

Ellos comenzaron pintando conchas y luego piedras.

Comenzaron pintándolas sólo de un color, luego mezclaron dos colores y luego más. Se iban soltando poco a poco.

Es importante ofrecer bastante material para que puedan disfrutar el tiempo que quieran. Es mejor que tengan más material del que puedan necesitar para no cortar la actividad. Y tampoco es recomendable forzarlos a continuar cuando ellos deciden que quieren terminar.

Cuando ya estaban pintados le pegaron los ojos adhesivos. Había de diferentes tamaños y colores. Y los niños decidieron cuáles les gustaba más para ponerlos en sus peces.

OTRAS EXPLORACIONES ARTÍSTICAS

Entre los materiales para trabajar había un pulverizador por si querían usar las conchas para pintar en negativo.

Pulverizamos encima de la concha para que el agua con pintura se disperse sobre el papel.

Luego se levanta la concha y vemos que ha dejado unos huecos en blanco. La idea era que ellos usaron esos huecos en blanco y pudieran convertirlos luego en peces. Pero no les dije nada para ver cómo interactuaban con los materiales y me sorprendieron.

Ellos comenzaron a llenar el interior de las conchas con el agua con pintura del pulverizador y luego volcaron su contenido sobre el papel.

Usaron la pintura de la parte superior de las conchas y las piedras pintadas (en este caso de color rojo) para estampar el papel y mezclarlo con los pequeños charcos que habían creado con el agua volcada en el papel. Y se crearon efectos de lo más interesantes.

Es bueno no interrumpir su proceso creativo, sólo acompañarlos. Pueden sorprenderte porque son capaces de crear cosas que ni imaginábamos.

También tomaron la concha y la piedra que veis abajo y las combinó.

Sin decir nada me fue explicando qué hacía: era un caracol tomando el sol.

RESULTADO

Aquí podéis ver algunos de los peces que crearon. Algunos de ellos le pusieron muchos ojos y me dijeron que eran un pez marciano y un pez zombi. Así me explicaron por qué esas criaturas tenían más cantidad de ojos.

Y el resultado de la exploración artística quedó como podéis ver en las imágenes inferiores.

El espacio en blanco corresponde al lugar donde se colocaron las conchas y luego al levantarlo se queda esa zona sin pintar. Si os fijáis alguna tiene dentro unos pequeños puntos que ha salpicado la pintura y parecen los ojos de los peces.

Y en este caso los colores se han mezclado y el efecto resultante es genial. Luego de hacerlo me explicaba que en algunas zonas del dibujo había peces y me indicaba dónde se encontraban. No le preguntéis qué es lo que han hecho, simplemente observar y escuchar y ellos mismos os lo explicarán.

¡Es increíble lo que los niños pueden hacer, pensar y crear! Sólo hay que dejarles fluir libremente y ellos harán el resto. Esto les ayudará a explorar el mundo con curiosidad, desarrollar su capacidad de reflexión y de resolución de problemas, además de ayudarles a relajarse.

¿Qué os ha parecido? ¿Os animáis a realizar esta invitación en casa? Me encantaría saber vuestra opinión y ver vuestras propuestas. Ya sabéis que vuestros comentarios son siempre bienvenidos: nos ayudan a mejorar cada día.

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